-Espero tu respuesta ahora mismo Alice.
-Es que no te lo puedo decir ahora. Estamos muy acompañadas. Además no es seguro aquí.
-Bueno esperaremos entonces. Ojala que no sea tan grave, o al menos que no sea un lo…
-No, no lo es.
Interrumpió mis dudas. Era la visión más extraña que había tenido Alice en tanto tiempo. No quería voltear de nuevo, ya que había cosas más importantes ahora. La campana sonó. Esta vez tenía clases con Alice. Fue un gran alivio. No quería presentarme, y no tenía que hacerlo. Ganas tenía ese día, de no poder ser tan llamativa. Mirarme era lo normal para todos, e irritante para mí.
-Biología. Eso es lo que sigue. ¿Por qué hoy? No sé por qué rayos se te ocurrió la enorme idea de venir a clases hoy Alice.
-Que cominos importa… Sigamos.
-¡Alicia e Isabella Swan! - Nuestro profesor de biología, decía nuestros nombres a todo pulmón mientras apenas tocábamos el suelo del salón.
-Alice… -Dijo con impaciencia mi hermana…
-Bella por favor.- Yo.
-Bueno, entonces que esperan vayan a sentarse, Alice tendrás que sentarte en aquel puesto, Bella, hay un puesto en allá. Siéntate allí. -Porque ese allí tenía que ser justamente el centro de toda la habitación. Y para empeorar, las mesas en parejas, en serio querían que los matara. Y un detalle peor de malo, uno de esos raros me tocaba como compañero de clase. Se tapo la nariz. En cuanto me senté. ¿Qué ·&”·$%”·$ Le pasaba? Tenía solo un estúpido e insignificante litro de sangre en mi cuerpo y ¿tan exquisito le parecía? Sentía su cuerpo ponerse en forma de ataque, y yo me puse en forma de defensa. Nos mirábamos con enojo. 1 Hora hasta que escuche un crujido, su lapicero estaba roto. Escuche el timbre sonar, Alice, estaba mi lado en un abrir y cerrar de ojos, lo miraba con odio. El chico se levanto tan deprisa, como humanamente le fuera posible y le paso por un lado a Alice. Salimos detrás del, y sin querer lo estábamos siguiendo.
-¡Edward!- Dijo la rubia de la cafetería a lo lejos. Que al parecer era su “hermana”.-Debemos irnos ya. -¿A dónde? Faltaban horas de clases. Pero aun no me percataba del nombre “Edward”. Más conocido se me hizo. Aquel imbécil que quería matarme me parecía tan familiar.
-¿Estás bien? ¿No te hizo daño?-Pregunto Alice.-Lo siento es que no sabía quién…
-Tranquila estoy bien no pasa nada. -El recuerdo de su mirada siniestra me estaba enloqueciendo. Vi como el extraño chico se desaparecía entre los demás del pasillo.
Luego nos toco la materia más difícil de controlar, gimnasia. Y lo peor fue que nos toco jugar tenis, en parejas de dos. Ganamos obviamente, pero casi nos delatan las raquetas de tenis, estaban casi descocidas, y un poco calientes. Las desechamos, para que el profesor no se diera cuenta y pues por supuesto nos encargaríamos de encontrar unas iguales después. Luego al cambiarnos de ropa, Alice se quedo inmóvil, como si se hubiera percatado de algo.
-Ah, ya entiendo. Debió ser por eso. –Me preguntaba de que trataba su frase.
-¿Qué pasa Alice?- Pregunte confundida, al parecer no era algo muy bueno.
-Las nubes desaparecerán, el sol se asomara, Bella así no puedo salir de aquí. Al menos que tu…
-No, me quedo entonces. No puedo dejarte sola.-Que frase tan estúpida salió de mis labios, Alice no pudo evitar reírse.
-No Bella, vete. Recuerda que debes comprar unas cosas para el jardín.
- Emmm… No Alice, entonces, mejor me iré a casa caminando.-Dije- Tratare de que no me vean ir al bosque.
-¿Sola?- Me pregunto incrédula- Crees que te dejare irte por el bosque, ¿sola?
-¿Acaso alguien me va a comer?- Le respondí con otra pregunta, al parecer no le gustó mucho. Su cara era otra vez lejana.
- No, no te irás por el bosque, te irás en el coche, pasarás buscando algunas cosas para la casa, y para el jardín.-Se reía a sus adentros.
-Hum… Espero sea así, te veo luego.-Di media vuelta y salí. No me creía eso de “vas a comprar algunas cosas para la casa”. Llovía fuerte, pese a que había dicho que habría sol. Me dirigí vía a casa, pero una tienda de antigüedades, y pues me llamo la atención, de repente me vino a la mente: estúpida hermana mayor que ve el futuro. Obviamente me llamo la atención así que maniobre para estacionarme.
Había un tipo todo canoso con los ojos hinchados y una cara tan rara que en mis casi 200 años no me había parecido tan fea. Entré, e intenté no quedar boquiabierta. Era como si hubiera retrocedido el tiempo para tomar cosas del pasado.
El hombre me miraba extraño mientras tomaba casi todo. Lo puse frente a él y al parecer meditaba. Ni siquiera había respondido y puse el dinero sobre la mesa. No compre cosas para el jardín, pero compre cosas, eso contaba, ¿no?
Embolsó todo y lo metí en la parte de atrás del auto. Arranque un poco sorprendida por ver las cosas que había comprado, me dirigí esta vez a casa, esperando que no tuviera más interrupciones. Cuando llegue, no baje nada de lo que compre cuando entre, así que subí las escaleras rumbo a mi cuarto, y por cierto, ya se había asomado el sol. Brillaba fuertemente contra los espejos que adornaban la sala. Cuando entre a mi habitación, Alice estaba ahí, sentada justamente frente a la luz del sol. Me miraba raro.
-Ah, ya se, ¿Qué fue lo que viste esta mañana?- Pregunté, no me gustaba mucho la idea, con solo pensar en ser la estúpida lámpara, era frustrante. Cerró los ojos, como si buscara algo, los abrió y empezó a hablar.
-Estaba en el bosque, todo era oscuro, y luego, aparecí junto a alguien, como yo, pálido y con ojos dorados, me acariciaba y me tomaba de la mano y decía cosas que aun no he podido entender. –Sus palabras salían entrecortadas.-Tengo miedo, Bella.
-Ah, por favor Alice, tiene que ser una broma, no te imagino con alguien así, no amas la sangre humana. No creo que seas capaz de matar a alguien por amor, y no entiendo porque has de tener miedo. ¿Qué podría hacerte daño?
-Él, es el único. No quiero dejarte, eres mi hermana pero cada hora que pasa hace más fuerte mi visión. No quiero cometer ningún error.
Pero ella no me había dicho quien era el chico, me quede viendo el suelo y pregunte sin levantar la mirada.
-¿Cómo se llama?
-Jasper Hale.-Sus palabras salieron precipitadas.
-¿Q-quien es él?- Pregunte de nuevo.
-¿Recuerdas el chico que intento asesinarte esta mañana?, bueno, Jasper es su hermano.
-¿Qué? P-pero, ¿EL?-No lo creía, no me tragaba eso.- ¡Ni siquiera lo conoces! Esto es increíblemente absurdo, por la cara que tenia, no parece muy tratable, debe ser como su estúpido hermano Edward.
-No lo sé Bella, pero todo esto será gracias a ti, todo esto, siempre que recuerdo esa visión, tu rostro aparece al final de mis pensamientos, de mis visiones.
-Creo que no permitiré eso, al parecer no estás de acuerdo.-Por supuesto que no lo estaba, se notaba en su rostro.
-No, no lo estoy, ¿Por qué habría de estarlo? Digo, es bueno que al fin me guste alguien, ni si quiera sé porque me gustará pero lo que no entiendo es porque pienso que no es buena idea que me vaya a gustar alguien como él. No lo logro detallar, y, no le veo nada interesante- Rodo los ojos y luego los cerro. Se quedo quieta y luego volvió a abrirlos- ¿Dónde está el celular?
-Creo que esta en alguna bolsa guardado en el fondo de tu enorme closet, ¿Cuándo fue la última vez que lo usamos?- Termine de decir eso con sarcasmo cuando escuche un timbre, el celular sonaba, en algún lugar del closet de Alice. Se levanto y rápidamente se dirigió a buscarlo.
Cansada, de no sé qué, me lance a la cama, a pensar sobre los fastidiosos pero interesantes ojos negros que vi en la mañana. Lo que más rabia me causaba era que a pesar de ser la persona más inmadura que vi en mi vida, no paraba de pensar que no era la primera vez que los veía. Todo eso me estrujaba los sesos y me provocaba gritar y jamás parar.
-Se supone que ibas a comprar cosas para el jardín, no gastar el dinero en cosas que no necesitamos- No me había dado cuenta que Alice había regresado de hablar por teléfono, al parecer no estaba muy contenta.-Courney llamo.
-Lo siento, es que me llamo mucha la atención esa tienda-Me extraño que Courney llamara-¿Qué dijo?
-Está bien, Blane también lo está, pero tuvieron un pequeño problema, se habían topado con 4 vampiros hace 2 días, llamaron mucho la atención y decidieron irse a vivir a Canadá. Ella también me dijo que se dirigían hacia acá. Tal vez no los encontremos en 2 o 3 meses.
-Vaya, ¿Por qué tardaran tanto en llegar?
-Seguro se conseguirán buenas presas- Me afirmo. Tal vez le quemo un poco la garganta al ver que quedo callada, luego se la aclaro y siguió hablando.- En cuanto a ti… Se supone que no deberías gastar dinero en cosas tan antiguas, ya nos basta con nosotras-Soltó una risita seca y yo hice lo mismo- Tus gustos siguen siendo los de una princesa, por lo menos logre convencerte de usar zapatos altos, y algunas minifaldas.
-Aquí no usaría eso y me siento un poco rara caminando junto a una lombriz enana con plataformas- Escuchaba sus risas discretas y la veía ir y venir en el futuro.- ¡Y, yo, no-uso-mini-faldas!
-Está bien, de acuerdo pero eres capaz-Luego miró hacia la pared, y volvió a soltar una carcajada-Lo siento, me equivoque, para nada eres capaz, a pesar de tus joyas y lindos accesorios sigues siendo una chica tímida.
-Gracias por el cumplido.
-Bella, no sé como vaya a tomar esto pero por favor, te pido que no cambies conmigo, no dejes de ser mi gran hermana.
Parecía despedirse, pero yo solo intentaba no pensar en eso. No respondí a sus palabras y me quede en silencio, de repente cambió de ánimo y sus relucientes dientes se volvieron a ver.
-¡Demos un paseo! Creo que debemos presentarnos a nuestros vecinos.
-¿Vecinos?- ¿Desde cuándo nuestros vecinos estaban a 1 kilometro de nuestra casa?
-¡Sí! Tal vez tú y ese chico malévolo hagan las paces y no se tienten más.
-No, apenas lo conocí hoy, no quiero tener más nada que ver con ese inmaduro.- Alice volvió a cerrar los ojos y entonces sus labios se curvaron formando una sonrisa triunfante, eso quería decir que si iría a presentarme. Intento abrir la boca para hablar y yo le puse un dedo en la boca.
-¡No! Digas nada. Ya vengo, me iré a poner presentable, pero por favor, prométeme que regresaremos temprano, ¿Si?-Alice frunció el ceño y asintió con la cabeza.
-Este será un extraño día… -Escuche decir muy bajito.
-¿Qué?
-N-nada anda, v-ve a arreglarte.
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